Un análisls de Carlos Andrés Sáenz Riveros, estudiante de octavo semestre de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda
El programa de erradicación manual de cultivos ilícitos es una respuesta por parte del Estado frente al incremento de la producción de drogas ilícitas en Colombia desde la década de 1980. En los últimos años se ha evidenciado el fracaso de esta política a pesar de los diferentes programas y mecanismos creados para minimizarlo, como el papel fundamental que se le da en el Acuerdo de Paz firmado en el año 2016. Para ello, el Gobierno Nacional ha desarrollado diversos planes para facilitar la erradicación de los mismos y generar beneficios a los campesinos cultivadores y demás actores que han impulsado este problema. Aunque algunos actores han intervenido en la toma de decisión para reaccionar a través de políticas públicas, se han presentado diferentes inconvenientes en la aplicación de las mismas; ya que se han planteado soluciones desde la aspersión aérea, hasta la erradicación manual, pero en cada uno de ellos se ha evidenciado una serie de impedimentos y problemáticas.
Según el Ministerio de Defensa de Colombia (2015), a partir del año 2004 se inicia la vinculación de reincorporados y desmovilizados al programa de erradicación manual de cultivos ilícitos. Estas personas recibirán beneficios tanto a nivel económico como social. Se manifiesta a través de diferentes evaluaciones que ha sido positiva dicha reinserción y colaboración de los desmovilizados, ya que se ha erradicado un gran número de cultivos de drogas ilegales. Además de ello, el Estado se ha reposicionado en diversos territorios que en algún momento sufrieron de abandono, de forma que se beneficia a la comunidad y se genera mayor gobernabilidad. Es por ello, que, con la negociación entre el Estado y las FARC en el Acuerdo de Paz, sumado a la creación de políticas públicas, se ha evidenciado una disminución en las prácticas delincuenciales de algunos grupos armados que se lucran con el narcotráfico. Dicho esto, se destaca el respeto por los Derechos Humanos y a su vez, se vela por la sanidad de la comunidad a través del abandono de la práctica de aspersión aérea.
Teniendo en cuenta la coyuntura, el gobierno colombiano ha logrado casi el 90% de sus metas en la erradicación de los cultivos ilícitos. Esto implica que la ayuda recibida por parte de Estados Unidos va a mantenerse, como lo plantea El Espectador (2017). Así mismo, se manifiesta que el presidente Donald Trump ha felicitado al gobierno colombiano en el cumplimiento de sus metas pero pone de manifiesto que se debe seguir trabajando en ello. Lo anterior debido a que en la pasada revisión realizada por la DEA se determinó que los cultivos ilícitos en Colombia se encontraban en crecimiento y se quitaría la certificación al país colombiano. Todo ello supone una buena gestión por parte del gobierno, ya que además de cumplir las metas establecidas, se está luchando contra el Crimen Transnacional Organizado, en donde el narcotráfico ocupa el primer lugar. De este modo, Colombia vela por la seguridad a nivel externo e interno, incrementando los beneficios al atacar el problema que ha afectado al país durante las últimas tres décadas.
En términos generales, el programa de erradicación de cultivos presenta diferentes momentos en su ejecución. Tal como se aprendió en la Universidad Sergio Arboleda con la profesora Diana Paola Medina, la política pública pasa por una etapa de crecimiento en donde hubo erradicación de cultivos ilícitos por medio de la aspersión aérea, a un tipo de erradicación manual con o sin glifosato. De este modo, el cambio en la política pública hace que se retroceda en términos de resultados, a pesar de que ya se hubiera logrado implementar en diferentes territorios del país, se ha presentado un incremento en cuanto al número de cultivos ilícitos durante los últimos años. Según el informe de Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos se pasa de 250 a 710 toneladas de producción de cocaína y las áreas cultivadas pasaron de 159.000 hectáreas a 188.000.
Esto quiere decir que la política aún se sigue desarrollando, pero podríamos estar frente a su incipiente declive debido al retroceso o fracaso que la misma ha venido presentando. Es por esta razón, que los cultivos ilícitos son un reto para el país en el proceso del posconflicto que requiere mayor atención, pero también necesita tener un desarrollo concertado entre países que producen cultivos ilícitos y países en que se consumen estos. Todo ello en aras de dar solución a uno de los flagelos más notorios que se ha presentado en la sociedad colombiana como lo es el narcotráfico.
REFERENCIAS:
El Espectador. (27 de Octubre de 2017). Trump aplaude esfuerzos de Colombia en lucha contra el narcotráfico. Obtenido de El Espectador- Política: https://www.elespectador.com/noticias/politica/trump-aplaude-esfuerzos-de-colombia-en-lucha-contra-el-narcotrafico-articulo-720118
Ministerio de Defensa. (s.f.). Erradicación Manual de Coca. Obtenido de Ministerio de Defensa: https://www.mindefensa.gov.co/irj/go/km/docs/Mindefensa/Documentos/descargas/Documentos_Descargables/espanol/Erradicacion%20manual%20de%20coca.pdf